Hacía un montón que no iba a la ópera, pero la verdad es que la temporada de este año no me llamaba demasiado la atención y, cuando lo hacía, no me cuadraban los horarios.Madama Butterfly sí, es una de esas óperas que tenía en la lista de ver al menos una vez en la vida y, como siempre, tuve la suerte de encontrar unos asientos envidiables. De Puccini ya había visto Turandot, que me encantó
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