Nunca había estado en la Fundación Mapfre y ha coincidido que en mi primera visita estaban estas dos exposiciones. Chagall no me llamaba mucho, pero Christer Strömholm sí. Decidí empezar por la de Chagall, dejando lo bueno para el final, y fue un error. El espacio es inmenso y hay un montón de salas que hacen un recorrido por su carrera y sus ideales, y aun así me resultó insuficiente por la
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