Después de mi maravillosa experiencia con Aida, de Verdi, no me lo pensé dos veces cuando surgió la oportunidad de ver una nueva ópera en el Teatro Real. En este caso, no se trataba de un dramón, sino de una opera buffa de Rossini, Il turco in Italia. Y, aunque parezca increíble, me hice con una entrada de primera fila lateral donde se veía maravillosamente todo. Acabé con un poco de dolor de
↧